Abundantia, en el esplendor de la antigua Roma, personificaba la esencia misma del éxito, la riqueza y la juventud. Se cuenta que su belleza trascendía lo físico, emanando desde un interior tan resplandeciente como su apariencia. Su paciencia y bondad eran legendarias, hallando felicidad en ayudar y prodigar generosamente sus dones, aliviando las cargas de aquellos que acudían a ella.